Esa realidad que todos ignoran y que a pesar de ello, son víctimas de su propia popularidad.
Los chakras no son solo (7) vórtices distribuidos a lo largo de nuestro cuerpo, a los que cada escuela les aplica una forma y unos colores distintos y sobre los que nos empezamos a inventar su número y muchas de las últimas funciones que dices que hacen.
Son una realidad extraordinaria, que ATENCIÓN se dejan TOCAR, con la mano, son palpables físicamente y no necesitamos visualizar, o se tocan o no se tocan y si se tocan están, claro que si no se tocan es casi seguro que estos vórtices están descargados y no los estamos encontrando.
Existen 9 formas (que en el futuro y con un poco de dedicación ampliaré a 11 ) seguras, demostrables a lo largo de un curso para activar y cargar un chacra. Cada forma se relaciona con el sentir de una persona y nos hace el trabajo mucho más fácil.
Cuando tocamos un chacra disponemos de una oportunidad de oro, para conocer al paciente o a la persona que tenemos delante. A través de ellos recibimos una información generosísima, que nos permite hacer un diagnostico, desconocido para las personas que se ponen en nuestras manos y confían en nuestra capacidad para ayudarles.
Cuando os ganáis su confianza, estáis a mitad de camino de poder conseguir su sanación.
Hay pocas cosas mas hermosas para un terapeuta que poder demostrar lo que dice, a pesar de que su paciente no vea nada sobre aquello de lo que habla.
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