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¿COMO SABEMOS SI SOMOS CODEPENDIENTES?


La codependencia es el grado superlativo de dependencia hacia algo o alguien. Podemos depender de nuestra pareja, nuestros padres o su opinión, un amigo o amiga, de una sustancia, de una llamada, de un trabajo..

La codependencia es tan similar a las adicciones que puede considerarse como tal. En ocasiones confundimos amor con necesitad. Creemos que necesitamos a otra persona para complementarnos. La necesidad de sentirnos amados, la sensación de que sin el otro nuestra vida pierde sentido, el hecho de que prioricemos el bienestar de la otra persona por encima del propio…

Imagina, ¿qué crees que ocurre cuando nos involucramos con otra persona a este nivel y la relación se rompe?

Así como pasa con las drogas, sabrás que has desarrollado un cierto nivel de dependencia, cuando comiences a pesar que sin el otro no vales lo mismo, cuando estar sin el otro genere en ti ansiedad, cuando comiences a controlar la vida del otro en mayor o menor medida,sus tiempos, sus conflictos, cuando sientas que tu valor depende de la opción de tu pareja o que sin ella pierdes valor.  Así como pasa con las drogas, tras una separación, el codependiente sufre de un claro síndrome de abstinencia que afecta a su estado físico y a su salud.

Superar un duelo desde la codependencia no es fácil ya te lo digo, se necesita estructurar de nuevo muchas cosas, y aprender a establecer premisas en nuestras vidas que nos hagan libre, pero siendo coherente, persistente y paciencia, como con cualquier droga, al final, se pasa,, y si quieres se supera.
Ansiedad, nervios, compulsividad, exceso de control sobre el otro.. actos irracionales y compulsivos derivados de un estado de celos, depresión, manipulación emocional del otro (si tu no estás yo no estoy bien, yo solo quiero que seas feliz y por eso te controlo…)

Cuando constantemente estás reclamando atención, cuando haces que el otro sienta que tu felicidad está en sus manos y que esto se convierta en una carga.

Un codependiente, en una relación amorosa es una fuente de fantasía y creatividad sin límites. Los codependientes idealizan a sus parejas así las acaben de conocer. La necesidad afectiva es tan alta que una vez conocen a alguien nuevo, les falta tiempo para construir una vida imaginaria con el o ella. Se visualizan en el futuro formando una familia o casandose, si apenas saber nada del otro, sin conocerle.

Eso no quita que a su vez, el dolor producido por las relaciones disfuncionales anteriores, provoque un simulado muro de distancia emocional que se quiebra en cuanto bajamos la guardia. Pasamos de me da miedo enamorarme a me siento enamorado hasta la médula y ya no quiero vivir sin esta persona porque el el/o ella, lo se ¿te suena esta afirmación? Así enfermé yo… repitiendo una y otra vez que estaba enamorada hasta la médula…

Así, bajo esta perspectiva de idealización, generan una imagen mental y una idea de quien es el otro, y a menudo, se enamoran de la persona que creen que va a llegar a ser en lugar de la persona que es.

Eso genera en el otro una presión casi insoportable, la sensación de estar a examen continuo. Se repite el patrón del adicto a amar y el adicto a evitar. El primero reclama atención y contacto de forma incesante, el segundo se siente agobiado por esta presión y se aleja. Cuando se aleja, el primero se llena de ansiedad ante la posible pérdida, cree que va a ser abandonado y se activan todos sus miedos, y como consecuencia de esto, insiste.

Así el adicto a evitar se cansa cada vez más y mientras la relación se va viciando.

Cuando el adicto a amar se cansa de reclamar atención que no recibe, y “hace como que desiste” , porque en la mayoría de los casos es manipulación, el adicto a la evitación percibe el espacio, cree que el otro ha perdido interés,s e siente culpable y vuelve a prestar la atención inicial a la relación, y de esa forma el ciclo se repite…

Si paso de ti vienes, si vienes te quiero tanto que te asfixio, te alejas, insisto, te agobias, separación, vacio, vuelta al inicio.

¿hasta cuando vas a estar en relaciones con alguien que deposita la responsabilidad absoluta de su felicidad en ti y en lo que hagas?

y tu…

¿hasta cuando vas a permanecer mendigando amor?

El codependiente se hace cargo de las emociones del otro, sufre de exceso de servicialidad o siempre intenta contentar a quien tiene cerca , para que le quieran. Es fácil que además se convierta en un imprescindible en tu vida.
Si tu eres el codependiente, reflexiona sobre tu forma de afianzar las relaciones. Los codependientes trantan de hacerse imprescindibles para que así el otro no quiera dejarles. Se convierten en lo que creen que el otro quiere que sean, anulando por completo en muchas ocasiones su propia personalidad.

Es habitual el uso del sexo o la sensualidad como arma de control. En lugar de que el sexo forme parte del amor, se utiliza como entrada en el. Es decir, que te resulto irresistible, nunca me dejarás. Si hago todo lo que te apetezca, me parezco a tu propia idealización sobre mi… te quedarás a mi lado ¿te suena esto de intercambiar sexo por cariño? , frases como, es que necesitaba que me abrazasen…

Tenemos tanta necesidad de ser queridos, que confundimos el que nos quieran con que alguien se sienta atraido por nosotros, y de esa forma, sobretodo las mujeres desde mi punto de vista, cuando son codependientes usan toda su energía sexual para “mantener al otro contento”, así como tanto en mujeres como en hombre en las relaciones abundan las acciones por compromiso… si me quieres lo harás… si no me quieres lo suficientes…. no me haces nada de caso… aunque no te apetezca hacerlo yo creo que es lo mejor para ti… deberías hacerlo por nosostros…

Si eres codependiente, tendrás además dificultades serias para identificar cómo te sientes a menudo,y facilidades para que tus emociones compliquen tus actos, quizá sufras de cualquiera de los dos extremos, o bien de la temida “diarrea verbal y amatoria”, le cuentas todo a todos y esperas que te quieran por ello,lo das todo, por todos,  sufres incontinencia verbal y no puedes evitar derramar información sobre tu vida personal con cualquiera y si establecer previamente nos mínimos de confianza, o bien, a no identificar como te sientes, tiendes a esconderte del resto, evitas socializar, te muestras insegur@.

Los codependientes sufren además el síndrome de la queja. Aun sintiendo a nivel interior que no son merecedores de amor y basando su merecimiento si acaso en lo buenas personas que son, cuando una relación les sale mal, en lugar de aprender de sus errores y confiar en que si no ha salido es porque no debía ser, tomarlo como una lección y continuar con su camino, montan un drama. Es igual si la historia ha durando dos semanas que dos años. El drama está servido. El codependiente busca un protector, ni un amigo, ni un compañero de vida.

clave para dejar de ser codependiente, abandonar el drama. Somos el resultado de nuestras decisiones y acciones. Lo que hay en nuestra vida en este momento es la consecuencia de cómo nos tratamos a nosotros mismos. Es por eso que cuando nos encontramos inmersos en una relación en la que el otro no nos trata como nos gustaría pero somos consentidores de esto, debemos asumir que es nuestra responsabilidad el lugar en el que nos encontremos.

Los demás solo te tratan como crees merecer.

¿Qué pasa cuando tocamos fondo?

Después de varias relaciones “fracasadas”, muchos codependientes se hunden y creen que va a ser así para siempre. Otra característica muy marcada del codependiente es la victimización. No solo el hecho de usar emociones como la pena y la tristeza para manipular al otro y sus decisiones, sino el de sumirse en una balsa de dolor cuando sufren en lugar de tomar las riendas de su vida.

Aparentemente se perciben a si mismos como personas desinteresadas cuando en la realidad, el hecho de estar en una posición de victima les proporciona un poder aparente sobre las acciones del otro.

La autoestima puede llegar a ser tan baja para el codependiente que se asegura de tener en su entorno personal que le “asesoren” sobre cómo hacer las cosas, y no toma ni una decisión basándose en sus propias capacidades. El codependiente sufre cuando tiene que elegir y le cuesta hacerlo sobretodo cuando esa decisión puede implicar quedar mal con alguien más.

Siempre servicial, antepone los intereses de los demás a los suyos propios, juzga al resto pero sobretodo se juzga a si mism@. Al no ser capaz de ver lo realmente bueno que hay en su interior, también le resulta muy difícil aceptar que otros lo vean, y busca constantemente la aprobación de quienes le rodean a pesar de que cuando recibe un cumplido no sabe encajarlo con un simple gracias.

La asertividad en una persona codependiente brilla por su ausencia  poner límites, decir que no cuando algo no te conviene, o pedir lo que necesitas se convierte a menudo en una aventura.

De esta forma, acaban viéndose involucrados en relaciones que no les satisfacen pero que al menos “se quedan contigo”.

clave para dejar de ser codependiente: redefinir el concepto Amor :
Aprender sobre las diferencias que hay entre amar a alguien y depender de esa persona, entre apoyar y controlar, entre querer y manipular.

clave para dejar de ser codependiente: 
Tomar conciencia de que comportamientos o patrones te han llevado hasta donde estás hoy. ¿cuál es la característica común que tienen todas tus relaciones codependentes? ¿te enamoras de personas alérgicas al compromiso?¿te sientes atraid@ por personas con grandes carencias emocionales que quieres salvar?¿te acabas convirtiendo en el/la solucionadora de problemas de quien te gusta?¿lo acabas convirtiendo a el, o a ella en el solucionador de los tuyos?

Ser coherente. La coherencia es la capacidad de mantener alineado lo que uno piensa, siente, dice y hace. Averigua sobre quién eres, qué te gusta, qué te disgusta, qué quieres, qué es imprescindible para ti y qué es innegociable… reflexiona sobre, si estás pidiendo una cosa y aceptando otra por miedo a estar sol@, se coherente y comprende que si ni tu mism@ eres capaz de amarte, es difícil que atraigas a alguien que tenga motivos para hacerlo. Conócete y ponte las pilas, la primera persona con la que debes tener una relación de amor es contigo.

Las relaciones son como espejos. Estás buscando algo en las personas que conoces y con las que te relacionas, y todas tienen algo en común ¿qué tipo de personas te atraen? ¿para qué crees que atraes ese tipo de persona? ¿para que te involucras y te mantienes dentro de relaciones en las que ser tu mism@ no basta?

Este espejo es tu amigo, te va a mostrar a través del resto, las carencias que tu mism@ tienes y eso te va a dar la oportunidad de crecer.

Para mi el amor es lo que sucede cuando las mariposas mueren, cuando dejas de idealizar al otro y comienzas a conocerlo, y reconocerlo. Cuando aún viéndolo como un igual, con sus virtudes y defectos, eliges amarle sin pretender cambiarle. Cuando la relación te impulsa a crecer siempre más, y admiras a quien tienes a tu lado. Cuando nos queremos a nosotros mismos lo suficiente, tenemos claras nuestras prioridades y somos fieles y coherentes a nuestros valores, cuando estamos dispuestos a amar al otro y no a apresarle, cuando estamos dispuestos de verdad a confiar, a soltar amarras… todo comienza a ir mejor.

Esa es la clave para formar un equipo. ¿por qué se casan las parejas hoy en día?

Te dejo esa pregunta colgando, aunque me gustaría hacerte otras dos que me parecen importantes. ¿qué necesitas tu que el otro haga para sentirte amad@? y ¿qué es importante para ti a la hora de amar a otra persona? En las respuestas a estas preguntas, encontrarás la respuesta a tu “carrera sentimental” hasta el momento presente.

PATRONES DE CONDUCTA BÁSICOS DE LAS PERSONAS CONDEPENDIENTES:

PATRONES DE NEGACIÓN:


  • Tengo dificultad para identificar lo que siento.
  • Minimizo, modifico o niego lo que siento realmente.
  • Me percibo como una persona totalmente desinteresada y dedicada al bienestar de los demás.
  • PATRONES DE BAJA AUTOESTIMA:
  • Tengo dificultad para tomar decisiones.
  • Juzgo duramente todo lo que pienso, digo o hago, como algo que no es “lo suficientemente bueno”.
  • Me siento avergonzado al recibir reconocimiento, elogios o regalos.
  • No le pido a los demás que satisfagan mis necesidades o deseos.
  • Valoro más la aprobación que me dan los demás por mi comportamiento, ideas y sentimientos que la que me doy yo mismo.
  • No me percibo como una persona valiosa o digna de recibir amor.


PATRONES DE CONFORMIDAD:

  • Actúo en contra de mis valores e integridad para evitar el enojo o el rechazo de otras personas.
  • Soy extremadamente sensible a los sentimientos de los demás y los incorporo como propios.
  • Soy sumamente leal y permanezco en situaciones dañinas demasiado tiempo.
  • Le doy más valor a las opiniones y los sentimientos de los demás que a los míos y frecuentemente temo expresar mis opiniones y sentimientos cuando difieren de los de los demás.
  • Dejo a un lado mis propios intereses y pasatiempos para hacer lo que otros desean hacer.
  • Acepto una relación sexual como un substituto del amor.


PATRONES DE CONTROL:


  • Creo que la mayoría de la gente no es capaz de cuidarse a sí misma.
  • Trato de convencer a los demás de lo que deben pensar o sentir.
  • Me resiento cuando los demás no me dejan ayudarlos.
  • Ofrezco consejos y orientación a los demás, sin que se me pida.
  • Me desvivo por hacer regalos y favores a quienes quiero.
  • Utilizo el sexo para ganar aprobación y aceptación.
  • Tengo que sentir que “me necesitan” a fin de tener una relación con los demás.
COACHING DE VIDA/ PROTAGONIZA TU VIDA

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