Por Antonio Cerdán
Respiramos lenta y profundamente; al inhalar sentir cómo aspiramos vitalidad; al exhalar sacamos de nuestro cuerpo tensión, cansancio, stress y sueño. Realizamos una nueva respiración lenta y profunda. Inhalamos y sentimos cómo se relaja nuestro cuerpo; inhalamos y sentimos cómo se relaja nuestra columna. Inhalamos y sentimos cómo se relajan los hombros y los brazos; inhalamos y sentimos cómo se relaja nuestro vientre; inhalamos y sentimos cómo se relaja nuestro pecho; inhalamos y sentimos cómo se relaja nuestra cabeza; inhalamos y sentimos cómo se relaja nuestra mente.
Sentimos nuestro cuerpo de energías; reconocemos nuestro cuerpo lleno de energía y lo recorremos; nos concentramos en un punto y lo sentimos hasta que se relaja.
Recorre tu cuerpo de energías y siéntelo; siente como te entra luz blanca por los pies y las manos, luz blanca que se concentra en tu pecho hasta que te sientes lleno de luz blanca; lenta y profundamente siente e imagina la luz blanca como entra por tus pies, tus manos y todo tu cuerpo, poco a poco, se ilumina de color blanco.
Siente tu cuerpo de luz blanca; siente la luz blanca cómo sale por tu piel y todo tu cuerpo está dentro de una esfera de luz blanca, siente que estas dentro de una esfera de luz blanca.
Siente, imagina, percibe, todo tu cuerpo envuelto en una esfera de luz blanca.
Siente un tubo de luz blanco cómo desciende hasta aquí, un tubo de luz blanco que viene del cielo.
Siente cómo tu cuerpo de luz blanca se desprende de su cuerpo físico y tú puedes observar cómo tu cuerpo físico está tumbado; te observas y comienzas a establecer esa continuidad de conciencia. Estás fuera y te ves en un cuerpo tumbado. Mantienes la conciencia en tu cerebro y en tu cuerpo de luz que acabas de proyectar. Es una proyección de ti mismo; es una parte de tu cuerpo de luz que se desprende, que está unido a tu conciencia y con el cual puedes ver los mundos paralelos.
Siente cómo en el centro de la sala hay un gran tubo de luz blanca, muy grande, muy intenso; percíbelo. Con tu cuerpo de luz te diriges hacia ese tubo de luz blanca; y delante de ese tubo de luz blanca hay un ser con un traje plateado, esperándote. Este Ser te invita a entrar en el tubo de luz. Al entrar en el tubo de luz, tu cuerpo de luz se eleva, como si la luz fuera un ascensor que te eleva con tu cuerpo de luz hacia arriba, donde hay una esfera.
Siente cómo te elevas con tu cuerpo de luz, a través de ese tubo de luz.
Nos elevamos hacia arriba, donde se ve una inmensa Ciudad de Luz, muy grande, redonda, pulsante, como si fuera una gran ciudad. El tubo de luz nos está atrayendo y elevando hacia la nave; percibimos la inmensa nave que es una ciudad inmensa, con una luz brillantísima como una esfera. Pero no es una esfera sino una inmensa nave; y sentimos cómo estamos siendo llevados, elevados hacia esa inmensa ciudad.
Siéntelo, escúchalo, percíbelo.
Ese tubo de luz nos lleva hacia una luz que se ve; nos vamos acercando a la nave y vamos observando que es inmensa, muy grande. Con el tubo de luz vamos siendo elevados hacia esa gran ciudad, estamos siendo aspirados por el tubo de luz hacia esa inmensa ciudad.
Llegamos a una sala redonda y hay un Ser con túnica blanca y cabello blanco, esperándonos.
Nos invita a sentarnos en esa sala circular, delante de una gran pantalla, como de película de cine. Es un Ser que lleva una túnica blanca, cabello blanco. Y lo primero que nos proyecta sobre la pantalla es un árbol, un árbol inmenso. Parece un árbol luminoso, como un árbol de luz, como si fuera el holograma de un árbol.
Y nos dice que: “el árbol es como una gran copa; sus raíces son la base de esa copa y la parte de arriba de la copa corresponde con la parte alta del árbol. Las raíces captan energías de la tierra y las concentran en sus hojas y en todo lo que es la estructura verde del árbol.
Los árboles son antenas que captan la energía del centro de la Tierra y la energía de los astros, la energía que llega del Universo. La condensan y la van integrando a las hojas, a los frutos y por la savia a las flores.
Un bosque es como una red de luz de puntos que pulsan energía y esa red de luz, que es un valle, se proyecta como un radar al Universo. Y del Universo se percibe a los bosques como redes de luz que irradian energías y ondas en el Universo.
Los bosques son los puntos de luz luminosos de la Tierra. Las ciudades son los puntos oscuros de la Tierra. Desde el mundo astral se podría diferenciar a la Tierra entre zonas de luz y zonas de oscuridad. Y entonces, se percibe claramente que los bosques son las zonas de luz y las ciudades, son las zonas donde hay oscuridad.
Observamos ahora a un ser humano y aparece la imagen holográfica de un ser humano desnudo: un hombre y una mujer. Nos dice: “La mujer tiene la capacidad de condensar en su vientre los pranas de la Vida, los átomos de la vida. El hombre tiene la capacidad de condensar en su cuerpo, en su vientre, las energías que llegan de los astros.
La mujer condensa las energías que llegan de la Tierra, el hombre las energías que llegan de los astros; las energías que llegan de los astros son energías que estimulan el sistema nervioso y el cerebro. Las energías que llegan de la Tierra estimulan el sistema de procreación y el sistema metabólico de los seres humanos, de forma que la mujer, constantemente, está sintiendo el pulso de la Tierra. Y el hombre, está sintiendo las energías que llegan de los astros y despiertan y estimulan su inteligencia.
La mujer, al absorber las energías de la Tierra se abre a la intuición, a la percepción intuitiva de las cosas. El hombre desarrolla fácilmente la inteligencia, la mujer desarrolla fácilmente la intuición.
Las energías de la Tierra, las energías de las ondas partículas que condensa la mujer, la condensa en su vientre; las energías de fuegos sagrados que emite la Tierra, la mujer las asimila y las comienza a hacerlas circular. Son energías pránicas, más energías de fuego sagrado. Comienzan a hacerlas circular desde el centro de su cóccix, en una circulación que los hindúes llamaban circulación del magma.
La Kundalini es energía densa, vital, de la Tierra, es una energía que comienza a circular por el interior de los órganos a través de lo que se conoce como energía del magma o del fuego sagrado o de la kundalini.
La energía del magma circula por el interior de la médula de los huesos, por la médula de la columna, es lo que se conoce como los canales de la Sushumna, Ida y Pingala. Y comienza a irradiarse formando unas líneas horizontales por todo el cuerpo, horizontales por la columna hasta arriba, como si fuera un hilo enroscado en todo el cuerpo.
Es una energía rojiza, rubí, blanca, dependiendo del voltaje. Y esa circulación interior que circula por los tres canales de la columna, más hay un canal que va de las rodillas a los omóplatos y otro desde las rodillas a los hombros, conectando lo que se conoce como los chakras de la Gran Corriente.
Las líneas del magma, del fuego sagrado, son tres líneas verticales: de rodilla a hombros, de pies a rodilla-hombros y de la columna hasta el coronario, más unas bandas circulares paralelas que van desde arriba para abajo.
Puntos magmáticos importantes: en el centro de las plantas de los pies hay dos, en el centro de la rodilla hay otro; en la ingle hay otro.
En el centro de todas las articulaciones, hay puntos magmáticos importantes. Esta es la circulación que sostiene la vida en el cuerpo energético y celular. A esa circulación del magma, de la energía pránica, densa, confluyen energías de los meridianos a través del eje central de los meridianos vaso-gobernadores y vaso-conductores.
Un árbol también tiene los puntos de energías magmáticas, donde se condensa el prana. Y cuando una persona da un abrazo a un árbol, su organismo se llena de energía atómica-vital-magmática, que es como un alimento revitalizador de todo su cuerpo físico, celular. Además, de la vibración y la armonía que descienden del árbol cuando uno se sienta a meditar al lado de un árbol -que es energía rosa, energía verde y energía azul. Estas tres son las energías que descienden del árbol cuando uno se sienta a meditar debajo de un árbol y entra en la armonía del árbol y del bosque, donde está meditando.
Cuando dos personas –hombre-mujer-, se sientan y se tocan las manos, los pies, el coronario y se masajean las manos, los pies y el coronario, están también intercambiando energía magmática, energía vital para su salud y su equilibrio. Al igual que cuando dos personas tienen relaciones sexuales, también están llenándose de la energía vital que se fecunda. Se activa la vibración interior de esta energía y se expande como campos a todos los órganos del cuerpo a partir del eje de la columna.
Cuando las personas, a través de la sexualidad, conectan su Kundalini del cóccix al coronario con una vibración elevada, todo su cuerpo es inundado de ondas de colores que van descendiendo y reconectando su cuerpo físico, con su cuerpo vital, con su cuerpo astral, con su chispa divina.
Esta energía lo que produce es una centralización de todos sus cuerpos, una armonización de todos los fluidos energéticos y la recarga de la energía en todos los órganos del cuerpo.
Cuando uno medita sentado junto a un árbol y comienza a repetir mantras, la vibración mental de los mantras que cantas inunda todo el árbol y los seres que habitan en el árbol entran en la sintonía del mantra. Al entrar en la sintonía de los mantras que tú cantas, ellos también cantan. Ellos cantan unidos a tu mente.
Y entonces, todo el árbol emite la sintonía del mantra que tú estás cantando. Porque cuando el árbol se acopla a ti y se integra en ti, se produce una simbiosis, una unión energética de las auras, que multiplica su propia energía. El árbol comienza a pulsar en una vibración mucho más elevada a través del contacto con los seres humanos.
Los seres de la Naturaleza van tomando de los seres humanos su energía mental que les llega y es como un alimento para ellos. Los espíritus de los árboles, elfos, hadas, Devas y el ser humano absorben de los árboles toda la energía del magma que va a fortalecer todo su cuerpo físico, vital y astral.
En este intercambio de energías, los seres de la Naturaleza despiertan su inteligencia y los seres humanos despiertan el amor de la Naturaleza. Porque el amor que se transmite a través de la Naturaleza es el amor de la Tierra, el amor puro de la vida, que se entrega sin nada esperar.
Se muestra en la pantalla una gran pirámide de luz. Y dentro de esa pirámide de luz, hay un templo de luz. Y dicen: igual que los seres humanos están conectados a los templos etéricos, el bosque tiene también sus centros (templos) etéricos. Son como santuarios. Y todos los seres de la naturaleza se elevan hasta los templos etéricos. En los templos etéricos se manifiestan los grandes Devas, que guían e instruyen a todos los seres de la naturaleza en su camino de evolución.
Este Ser, dice que nos levantemos y le sigamos. Vamos a la derecha donde hay una puerta, por la que entramos. Se ve un pasillo con techo redondeado, color azul celeste y nos lleva a un área abierta, muy bonita, muy grande, inmensa. Aparentemente hay como una gran cúpula transparente porque se ven las estrellas. Abajo hay una pequeña laguna de aguas blancas transparentes que desprenden una luz muy bella.
Hay unas esferas a una cierta distancia de esta pequeña piscina redonda, como unas doce, (grandes) que son como bolas de cristal que desprenden una luz blanca bellísima. Encima de la piscina hay una pirámide cónica blanca. Esta pirámide cónica va bajando y una parte se sumerge dentro del agua de la piscina que es como un lago transparente blanco. También tiene tonos azulados. Y esa pirámide comienza a pulsar en su punta una luz. Y se produce como ondas de luz blanca en todo el recinto. Este cono se activa y comienza a desprender una luz blanca muy intensa.
Este Ser dice que: “éste es un líquido muy especial. Los espíritus se elevan hasta esta ciudad etérica para bañarse en este líquido, el cual llena sus cuerpos y ayuda a equilibrar todas las energías en su cuerpo vital y en su cuerpo biológico.
Las energías plasmáticas activan las energías de las ondas partículas del fuego sagrado y comienzan a colocar en orden todos los campos energéticos del ser humano. Los coloca para que pulsen de forma adecuada. Los campos energéticos del cuerpo vital tienen que pulsar en los chakras de las articulaciones y ejes transductores, porque ellos controlan el flujo de las energías magmáticas que son las que ayudan para regenerar biológicamente vuestras células. Y esta energía la toman en el intercambio con la Naturaleza y especialmente de los árboles.
El ser humano condensa las energías de los astros en su vientre. En su cuerpo astral, su vientre comienza a llenarse con energías que se van licuando como si fueran gas. Estas energías se van licuando en su vientre y él comienza a entrar en armonía y a meditar en armonía. Y comienza a activar la vibración de sus chakras en armonía con la luz de su espíritu, pulsando la luz de los Rayos.
Esa luz de los Rayos penetra sobre las energías líquidas condensadas de su cuerpo astral y las activa; las activa en el vientre, pero en el cuerpo astral y serán utilizadas por el cuerpo para cualquier actividad creadora o mental. Serán utilizadas también para llegar a las matrices energéticas de cualquier órgano que lo necesite.
Cuando el ser humano vibra en el amor, activa la vibración de esta energía que se condensa en su vientre. Cuando tiene relaciones sexuales, esta energía comienza a circular por la columna de la mujer y comienza a distribuirse a través de los nódulos nerviosos por todo el cuerpo interior de la mujer. A la vez, el hombre comienza a recibir la energía vital del vientre de la mujer que se eleva por su columna y comienza a irradiarse por todo su sistema nervioso a través de los nódulos nerviosos.
De esa forma, el hombre constantemente se alimenta de la mujer y la mujer se alimenta del hombre en su cuerpo astral. En el cuerpo astral, es la polaridad la que crea y multiplica la energía y la vibración. A nivel físico, se alimenta de la energía de la vida. A nivel astral, se alimenta de las energías activadas, que condensan vuestros propios cuerpos. A nivel mental se alimenta de las energías que son atraídas del mundo espiritual de la Tierra y que se condensan en su cuerpo áurico. A nivel divino, la energía de la Luz Pura de los Rayos entra por su chispa divina.
El mundo de los Ángeles es el mundo de estas inmensas ciudades de Luz. Estas inmensas ciudades de luz forman un cordón alrededor de la Tierra.
Los Ángeles toman su cuerpo astral y se mueven como seres humanos en el mundo astral; pero son Ángeles. Ellos crean a voluntad su cuerpo astral cuando necesitan trabajar en el mundo astral. Y, a la vez, pueden dejar su cuerpo astral durmiendo y se elevan al mundo espiritual. Esto es posible porque ya tienen formado su cuerpo de luz plasmática que les permite viajar al Universo, a cualquier mundo del Universo Inmortal y Eterno, el Universo Eterno de la Vida, no el Universo de Dios, sino el Universo Eterno de los Seres que han llegado a su máxima evolución.
Nos vemos caminando por el pasillo, a la sala donde estábamos antes. Estamos todos delante de este Ser de cabello blanco y nos dice que pongamos las manos boca abajo. Dice: “mirad vuestros dedos, la punta de vuestros dedos. Cada dedo de vuestras manos que está vinculado con los meridianos, tiene una corriente de energía magmática. Cada dedo de vuestros pies tiene una corriente de energía magmática.
La vida de las células, la salud de los órganos tiene mucho que ver con la energía vital que circula a través de estos canales. La energía de estos canales, igual que la sangre, va a conducir al corazón. La energía del sistema nervioso va a llegar hasta el cerebro; la energía de los meridianos llega hasta el plexo solar.
Cuando vosotros estáis en el claro de un bosque y conscientemente miráis al Sol y levantáis la mano derecha, estáis dentro de la energía del bosque y además recibís la energía del Sol. Esta energía del Sol, entra en vuestro cuerpo como energía pránica activada, porque el Sol penetra en la energía pránica del bosque y la activa.
Tenemos tres maneras de cargar nuestros cuerpos en la comunicación con los bosques:
1. Cuando llegáis a un claro del bosque, donde hay un rayo de luz entre los árboles, podéis mirar el Sol y levantar vuestra mano derecha. Al levantar la mano mirando al Sol, se produce una corriente energética, una espiral que pulsa de arriba hacia abajo y carga vuestra aura de energías vitales pránicas del Sol y del bosque.
Levantando la mano mirando al Sol en medio del bosque, a ciertas horas del día, vosotros os cargáis conscientemente de esa poderosa fuerza, de esas energías cargadas de vitalidad.
2. Cuando os juntáis en un bosque y hacéis movimientos suaves y lentos, la energía de los árboles comienza a circular en el círculo que habéis formado; comienza a ser atraída por vuestros cuerpos y carga de vitalidad vuestro sistema nervioso y vuestro cerebro.
3. Cuando estáis tumbados en la tierra del bosque, boca arriba, sintiendo la tierra, las energías telúricas del bosque, las energías telúricas activadas, comienzan a penetrar en vuestro cuerpo áurico fortaleciéndolo.
Ahora me muestran el “ojo”, en el cañón del Río Lobos. Dice: “el ojo es el punto de conexión telúrica con el templo etérico que se encuentra encima de la iglesia de San Bartolomé. En el ojo, te sientas y estas dentro de las corrientes energéticas que viene de la Ciudad de Luz, del interior del cañón.
Allí, en el ojo, meditas en dirección a la Ciudad de Luz, mirando la iglesia de San Bartolomé y entonces se conectan contigo los Guardianes de la Ciudad de luz que son los guardianes de la iglesia de S. Bartolomé. Si sigues observando la roca del fondo, detrás de la iglesia, podrás percibir en el interior la Ciudad de Luz, su Templo Etérico. Y el ojo es el lugar, donde van a parar las corrientes más poderosas del templo Etérico que hay en el interior de la roca del cañón y puedes ir a recibir la energía.
Ahí, en ese punto, meditando, mirando a la iglesia de San Bartolomé, en silencio, vas a recibir especialmente color violeta, color azul y color dorado.
Esa energía va a tocar tu aura, tus campos energéticos y va a despertar en ti los Ideales, el Amor y la Fraternidad. Y va a abrir tu corazón, al despertar de los Ideales del Mundo Espiritual.
El Cañón es uno de los lugares elegidos como chakra para despertar a las personas a los Ideales de una Nueva Tierra.
En la Tierra hay Chakras-Santuarios, que son elegidos para despertar los Ideales espirituales de las personas, cuando van a esos lugares y entran en estas corrientes energéticas.
Sigues caminando hacia delante, bordeando el río, pasas el puente y vas entrando hacia el interior del valle, en el Cañón. Te encuentras con una gran energía de luz violeta. Allí se encuentran los lugares de curación espiritual de muchos espíritus. Desde la iglesia de San Bartolomé hacia dentro.
Tienes que ir andando, hasta que vuelves a cruzar el río; a partir de unas piedras, vas a llegar a un lugar donde hay dos bifurcaciones, dos direcciones, una a la derecha y otra a la izquierda. En este cruce de los dos ríos, que confluyen en esa área, acaba la irradiación de la energía de la luz violeta.
Justamente en esa área, es bueno sentarse a meditar bajo un árbol, porque se siente la energía violeta que desciende por tu cabeza a todo tu cuerpo, elevando tu vibración y llenándote de las energías vitales del entorno.
En esa zona tienes que percibir: arriba que es donde se encuentra el templo Etérico de ese tramo de valle, el templo Etérico de los árboles de esa zona. Es el corazón del Cañón de Río Lobos, el chakra que irradia las energías para todos los árboles, el vértice donde se conectan toda la red de árboles que llenan todo el Cañón.
Es un centro de máxima vitalidad. Toda la energía que vas a percibir en esa zona te va a llenar de energía vital, te va a activar tu energía vital, -tu KI-, te va a dar fuerza interior, fortaleza interior.
Toda la energía que vas a percibir en el “ojo” te va a dar paz interior, claridad mental, intuición, percepción espiritual.
Sería como el polo masculino y femenino. El ojo es el polo de la Inteligencia, -masculino- y la zona indicada del cruce de caminos, el polo de la atracción de la energía femenina, la energía de la Naturaleza, la energía de la Belleza.
Es un lugar para sentir que tu corazón se expande.
Si vas caminando despacio desde la iglesia hasta este lugar de cruce de caminos, déjate conducir, llevar por lo que te atrae, lo que te llame; pues todo ese espacio tiene puertas que dan acceso al interior de la ciudad etérica que se encuentra en el interior de la roca.
Es una zona de transmutación de energías, por lo que aprovecha para transmutar todo aquello que te desarmoniza y te bloquea.
EJERCICIO:
- Lávate la frente, las manos, los pies con el agua que pasa por esa zona del río y deja todo aquello que te impide avanzar, todo aquello que te bloquea. Deja que se lo lleve el agua.
- Abre tus brazos, abre tus piernas y mira al Sol, en esta zona. Cuando haces esto, se comienza a crear una corriente energética que te envuelve de energías pránicas y de energías del fuego sagrado, de color violeta. Es el momento para acelerar tu vibración. Pies abiertos, brazos elevados mirando al Sol. Como un aspa. Esa posición acelera tus campos unificados, atrayendo y condensando la energía en tu interior, las energías de color violeta.
Esto es sólo para hacerlo en esta zona.
Es una zona para curarte. Túmbate en el suelo y envuélvete con las energías que están a tu alrededor. Siente cómo te colocas energía violeta por todo tu cuerpo. Siente cómo te colocas energía verde. Siente cómo te colocas energía azul. Túmbate; siéntate a escuchar y mirar atentamente a la Naturaleza, porque al ser un área de alta vibración, fácilmente podrás entrar en comunicación con tu Yo Superior y conocer dónde se encuentra.
Respiramos lenta y profundamente; el Ser se despide. Hoy ha venido a explicarnos un poco más sobre las energías, sobre los árboles, el ser humano, las energías del prana, de la vitalidad y de cómo trabajarlas en el Cañón de Río Lobos en las próximas fechas.
Es un Ángel, que va vestido con traje blanco.
Sentimos nuevamente cómo nuestro cuerpo de luz pulsa en nuestro cuerpo físico, trayendo todas las energías y el recuerdo de todo lo que hemos percibido.
Con un profundo sentimiento de gratitud por lo que nos han mostrado, y cómo debemos cargarnos de energía de la tierra, del sol y del bosque.
Respiramos profundamente, volviendo a nuestra conciencia corporal, volviendo a sentir nuestro cuerpo físico.
NAMASTE..ALOHA







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